viernes, 21 de agosto de 2015

Controlando el síndrome de Cushing

Pau sigue sin poder caminar, pero nos hemos habituado a su minusvalía. Los desplazamientos con él pasan por llevarlo en brazos y, con los cinco kilos que pesa, resulta un poco tedioso disfrutar de grandes paseos, pero la idea de ayudarme de un pañuelo para llevarlo conmigo ha sido buena y, gracias a eso, ha disfrutado de vacaciones en la playa con mi can.




Controlado el tema de las patas traseras, ahora hay que trabajar sobre el Cushing, ya que desde finales del año pasado no hay manera de controlar el cortisol dentro de los parámetros normales. Cuando le detectaron la enfermedad hace dos años y medio, 10 mg al día fueron suficientes. Hoy en día, y después de numerosas y paulatinas subidas de dosis de trilostano, hemos llegado a los 25 mg cada 12 horas, lo cual me han dicho que es la dosis máxima recomendada.

Hasta el momento, tener el cortisol descontrolado le afectó a la piel. Ha perdido muchísimo pelo, la piel se le llagaba y se escamaba y las almohadillas de las patas las tiene rosadas y sensibles. Un buen remedio para la cicatrización de la piel consiste en aplicarle aceite de hipérico. 



Con constancia, día a día ves cómo se le va curando la llaga.



En un par de semanas, aplicando con un bastoncillo de algodón aceite de hipérico en la llaga mañana y noche, cicatrizada ;)








En julio y en agosto de 2015 le hice análisis de sangre y pruebas de ACTH y la gran notícia es que está estabilizado. Aquí están los resultados.





Análisis de sangre



1 comentario:

  1. Tengo una caja de Vetoryl recién comparada con 30 cápsulas de 60 mg lamentablemente me sobro porque mi perrita acaba de morir después de años de tratamiento para cushing y gracias a este remedio se salvó y hoy nos dejo de viejita no por la enfermedad. Quien la necesite en chile contácteme al mail. katedrustg@gmail.com

    ResponderEliminar

Gracias por tu comentario ;)